La invasión de Ucrania aboca a acelerar el autoconsumo con renovables

El conflicto tiene un fuerte impacto en el mercado energético, al encarecer el suministro del gas, que tiene una gran repercusión en la conformación de los precios eléctricos. Un problema que según los expertos hace más necesario todavía impulsar la apuesta por las renovables, tanto en la vertiente de autoconsumo doméstico como industrial. Este sería el único modo para países como España de poder aspirar a la autosuficiencia en el abastecimiento de energía, obteniendo además los consabidos beneficios medioambientales y económicos aparejados al cambio de modelo.

La situación generada por la invasión de Ucrania está repercutiendo con fuerza en el ámbito energético, poniendo de manifiesto la dependencia general europea frente al suministro externo de recursos como el gas, proveniente en estos momentos en un 40% de Rusia, aunque hay ciertos países como Alemania cuyo porcentaje llega al 55%.

En este sentido, España supone una excepción, ya que en 2021 el gas de procedencia rusa solo supuso el 8,9% de sus importaciones, al nutrirse en gran parte del argelino (canalizado ahora exclusivamente a través de gaseoducto que une Megdaz y Almería tras el cierre del que pasaba por Marruecos), así como de las importaciones de gas licuado que viene por barco, y que es tratado en las diversas plantas regasificadoras que hay en nuestro país, que totaliza el 25% de toda la infraestructura de este tipo que hay en la Unión Europea.

El autoconsumo con renovables también favorece la autonomía energética

Aunque de momento el país parezca tener asegurado el suministro esto no significa que nos quedemos al margen de la crisis energética, ya que la subida de la demanda a nivel mundial está provocando una importante alza de los precios del gas, dentro de un mercado eléctrico como el europeo que está muy influenciado precisamente por la cotización de este recurso, con la consiguiente repercusión que esto tiene en la factura eléctrica que pagan hogares y empresas. Si bien, Bruselas está buscando fórmulas en estos momentos para desacoplar los precios de la electricidad de los del gas.

Pero más allá de posibles medidas de emergencia como las que se están estudiando, la crisis actual por los problemas en Ucrania está poniendo encima de la mesa ideas como la necesidad de buscar un mayor independencia energética de los 27. Algo que solo puede venir de la mano de una apuesta todavía más decidida por la transición del modelo hacia el de las renovables, que extienda con más fuerza el autoconsumo doméstico y de las empresas, usando una fuente de energía que es limpia y por tanto medioambientalmente sostenible, mucho más ahorrativa y que no aboca a dependencias externas del suministro energético de recursos como el gas o el petróleo.

De hecho, como bien sabemos, esta idea de transformación del modelo energético ya estuvo muy presente a la hora de diseñar el fondo europeo de recuperación Next Generation, que tenía en la transición ecológica y digital dos de sus principales vectores, lo que se ha traducido en ayudas directas para el autoconsumo doméstico.

 

Necesidad de apostar por un nuevo modelo energético basado en el autoconsumo

Pero los acontecimientos que estamos viviendo implican la necesidad de redoblar la apuesta, particularmente en lugares como España que tienen unas condiciones privilegiadas para la generación de energía eléctrica para autoconsumo mediante energía solar, ya que hay lugares como la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia que llegan a alcanzar promedios de casi 300 días soleados al año.

Hay que destacar que la transformación energética ya iba a buen paso en España antes de la crisis de estos días, como lo acredita que a lo largo de 2021 se instalaran más de 1.203 MW de potencia para autoconsumo, más del doble que en 2020, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).

Aunque haría falta desplegar muchos miles de megavatios más para poder hablar de conceptos como autosuficiencia energética con renovables y descarbonización completa. Actualmente, de acuerdo a Red Eléctrica Española la estructura de generación de electricidad a febrero de 2022 dependería en un 61% de energías no renovables y en un 39% de renovables, de la que la solar fotovoltaica, la del autoconsumo doméstico, supondría un 7,8% del mix eléctrico.

Los autoconsumidores, los menos afectados por esta situación

Lo que sí es indudable a día de hoy es que a quien menos les afecta la escalada del gas y su repercusión en el mercado eléctrico es a los autoconsumidores, al producir en el peor de los casos una buena parte de su demanda, cuando no son directamente autosuficientes,o incluso generan excedentes susceptibles de ser volcados a la red general.

Esto además ya se estaría apreciando en la propia demanda eléctrica general, que en febrero de 2022 ha descendido casi medio punto respecto al mismo mes del año anterior, algo que solo se explica por el impacto del autoconsumo, tanto particular como empresarial (el 41% de la energía renovable instalada en el año precedente fue para industrias).

Este hecho al margen de tener unas obvias repercusiones positivas a efectos medioambientales y económicos, también afecta a la autosuficiencia energética, debido a que los nuevos megativos que se generan no hay que comprarlos en un mercado mayorista al alza, y sujeto a turbulencias como las que estamos viviendo ahora.

Por ello, es tan importante ahondar en esta vía, y redoblar todavía más la apuesta por las renovables y el autoconsumo, que son sinónimo de sostenibilidad medioambiental, ahorro económico y autonomía energética.

 

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